ESCRITOR

Además de las piezas teatrales, ha escrito numerosos textos y poemas, mayoritariamente en prosa, los cuales transmiten su pensamiento y visión personal del amor, de la vida, la sociedad, etc. Escribe activamente sobre lo que pueda transmitir y dejar algo en el lector, y en la actualidad se encuentra en marcha su primera novela de ficción.

Mis trabajos

Mi amor por vos es incondicional. Te amo sin tener que esperar a que pasemos años juntos, porque sé que me vas a hacer feliz. Te amo porque desde que llegué a tu vida, ya soy parte de la tuya. Yo te amo aunque tengas defectos, no seamos iguales ni nos gusten las mismas cosas.

Te amo, no por la comida que me das, los cuidados que tenés o el tiempo que me brindás, sino por lo que me hacés sentir. Te amo porque en mi mundo no existen días malos si estoy a tu lado, no conozco la tristeza si sé que te tengo en mi vida. 

Te amo tanto que siempre te cuido, de día y de noche. Te amo y por eso te defiendo, incluso aunque no tengas la razón. Te amo aunque te enojes conmigo, o si me descuidás sin razón. Yo no conozco el rencor y siempre estoy dispuesto a seguir a tu lado, no puedo hacerme la idea de lo que es perderte.

Te amo tanto que no puedo estar sin vos, y daría lo que fuera por tenerte siempre a mi lado. Es por eso que me pongo tan feliz cuando regresás y me quedo triste si te ausentás por mucho tiempo. Te amo cuando jugamos, cuando paseamos, cuando nos mimamos o simplemente cuando nos dormimos juntos.

Amo estar pendiente de vos, amo alegrarte, amo compartir el hogar. Te amo tanto que quiero sentir tu calor y tener siempre tu olor. Te comparto mis juguetes, quiero saber dónde estás y a dónde vas. Estoy alerta a todo y siempre dispuesto a defender lo más hermoso que me dio la vida…vos.

Sé que voy a vivir menos y no podré estar presente en todas las etapas de tu vida, ni tampoco disfrutarte para la eternidad, por eso quiero que cada día, estemos juntos. Y ese es el objetivo de mi presencia, ser tu mejor compañero mientras dure mi estadía en este mundo.

En definitiva, te amo por lo que sos y por lo que siento cuando estoy contigo.

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @herschifano

Agosto 2020

Anoche, soñé contigo

Que viajando con vértigo

Sin tener ropa alguna

Nos ilumina la luna

 

Anoche, creo que volaba

Talvez solo fantaseaba

Devorándote tu cuerpo

Logré el mejor anticuerpo

 

Anoche, te amé tanto

Cansado hasta el llanto

Se me pasaron las horas

Que fueron acogedoras

 

Anoche, te sentí viva

Mucho más que creativa

Fiel, tú linda picardía

Traspasando tu osadía 

 

Anoche, no despertaba

Y tal lo imaginaba

Que al otro día

Volvería en rebeldía

Anoche, tan intensa

Que ya nada me compensa

Intentarlo nuevamente

Reaparecer fugazmente

 

Anoche, lo conseguía

Prolongar tu estadía

Y tan solo Dios lo sabe

Lo que en mi corazón cabe

 

Anoche, maravilloso

Y me siento orgulloso

Atraparte para siempre

Viviendo en mi presente



Fin.

Hernán Gustavo Schifano – IG: @herschifano

Agosto 2020

Necesito decirte lo que necesito. 

Aunque no me resulte fácil describirlo, más si pedírtelo.

No quiero tenerte una noche, ni tampoco dos, ni mucho menos tres.

Quiero perderme enteramente, sin pensar lo que pase.

No obstante ello, quiero un futuro contigo, navegando activamente.

Puedo darte mil cosas, que jamás serán suficientes si recibo tu sonrisa.

Necesito tus palabras, para que cuando las mías se callen, musicalicen el ambiente.

Y es que soy tan simple y tan complejo a la vez, que a cada momento necesito tus gustos.

No te quiero perfecta, más sí auténtica, y es que tu mera presencia, ilumina mi camino.

Puede que no me entiendas o simplemente disientas, pero espero que comprendas que el tiempo hace lo suyo y también inspira.

Es por eso que firmemente a mi lado construiremos el mañana.

Avanzar juntos es la utopía a conseguir.

Lo mejor está por venir, para mitigar los defectos y potenciar las virtudes.

Tu persona es la única droga que deseo consumir.

Esa sustancia que me eleve, me mantenga eufórico, me de fuerza, me mejore y me lleve a lo más alto, día a día.

Pedirte eso, parece una exageración.

Pero es que, así te necesito.

 

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @herschifano

Julio 2020

El amor eterno no existe, o al menos eso se dice. Puede ser porque se está arraigado a estructuras estéticas, a que uno se aburre o se cansa, que amor y sexo van por lados separados, que hay que ver que “onda” o ir viendo que “pinta”, o talvez, al creer que nada dura para siempre.

Y ello es así, porque amor no es estar cómodo, amor no es estar acostumbrado. En el amor no basta con ser “bueno” o estar “bien” con alguien. Amar no es algo perfecto.

El amor no es tener un príncipe azul o la princesa de cuento de hadas, ya que éstos fácilmente se destiñen tarde o temprano, mas hay que ser de oro, que aunque pueda ensuciarse por fuera, siempre vale lo mismo por dentro.

En el amor no es verdad que todo tiene que “fluir”, justamente porque como un río, éste simplemente avanza. No construye nada a su paso, no decide ni siquiera su rumbo. Y esto no debería ser visto así. Mejor verlo como un deporte, uno no espera que todo “fluya”. Uno se prepara física, técnica y mentalmente para poder desarrollar su carrera deportiva, y lograr los mejores resultados.

El amor no tiene que ser un flechazo o una fascinación. Cuando uno sabe lo que es y lo quiere, sabe atraer en consecuencia. Ambas cosas suceden cuando se conoce solamente lo más visible, los gustos, lo que comparten. Hay que ver desde el vamos lo que la persona es. Así como un profesor sabe bien si su alumno sabe o no, porque él de antemano conoce bien ese tema y no se basa en suposiciones, sino que es una realidad, porque sabe ver dentro de su alumno.

El amor es en cambio, sentirse pleno uno mismo y hacer sentir lo mismo a la otra persona, saber entenderse en las diferencias, es elegirse día a día sabiendo que se puede estar de acuerdo en que no se está de acuerdo, saber ceder hacia ambos lados, saber encontrar el término medio, tener el valor inquebrantable de la fidelidad, tener la seguridad que ante cualquier vicisitud no se destruye todo, tener en claro lo que uno es y lo que quiere para su vida, o sencillamente compartir el mismo sueño de saber que es hermoso perdurar toda la vida al lado de alguien.

Y como se consigue eso? Viéndolo como el experimento del poroto y su germinación que uno hace en la escuela. El frasco es lo visual, lo primero que se ve, pero cuando el poroto germina, crecen 2 cosas, hacia arriba lo externo de la persona, sus gustos, su personalidad, su carácter, pero en cambio lo más profundo es ver lo que crece adentro de la tierra, su raíz. Esa raíz es la base, la esencia de la persona, los valores que tiene, su visión de familia, sus sueños…en fin, la misma alma y lo que hace que esas personas quieran seguir día a día adelante.

O también puede ser visto como un “iceberg” que tiene una parte visible sujeta a modificaciones por diferentes factores, y la parte de abajo que es en realidad lo que no se desmorona nunca y hace de base para todo.

Así como si alguien viaja al extranjero, y al escuchar hablar a otra persona, detecta que ambos hablan el mismo idioma, en el amor también ambos deben manejar el mismo idioma, el del corazón y del alma.

Una relación es como un auto con doble comando, los dos manejan y se complementan, y a lo largo de la vida útil del auto, van fallando cosas y hay que irlas arreglando. Pero lo único que no puede fallar en el auto es el motor, porque a partir de ese momento, ya no sirve más. El motor del auto, es el amor en la relación, lo único que no puede fallar.

Y para que sea eterno, hay que aprender a viajar juntos, aunque las habilidades de manejo de cada uno sean distintas. Porque si la base o la esencia de cada alma son idénticas, ahí es cuando uno se encamina a lo eterno.

En conclusión, cuando dos personas entienden y sienten todo lo anterior, así, solo así ese amor es, y será eterno.

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @ruloalmagro

Mayo 2020

La vida y el tenis van de la mano. No solo porque ambas pueden durar todo lo que la misma existencia decida, sino porque nos enseñan mutuamente a crecer y afrontar las cosas buenas y malas. Los mensajes del tenis, nos sirven para la vida. Los mensajes de la vida se aplican para el tenis.

No importa qué tipo de vida llevemos, ni como seamos, ni lo que somos por fuera…el tenis enseña a todos por igual. Y no importa si uno es tenista amateur, federado o profesional…la vida enseña a todos por igual.

La vida y el tenis son un entrenamiento constante. Nos preparamos, nos esforzamos, buscamos cada día superarnos, con la esperanza de conseguir los mejores resultados.

La vida y el tenis nos enseñan a estar concentrados. Ninguna de las dos actividades se desarrolla producto de la ociosidad, sino de estar siempre alerta para adaptarse a los cambios.

La vida y el tenis nos hacen ver que no somos capaces de darnos cuenta lo que realmente conviene. Puede ser tan evidente jugarle a un rival sobre el revés, y aun así, no lo hacemos porque estamos cerrados o simplemente porque no queremos, cuando esa simpleza haría la diferencia.

La vida y el tenis son muchas veces injustas. Por más que intentemos evitar algo, hay resultados que serán inevitables. Y ante ello, sabemos que debemos aceptar sin más, la situación que viene. Tantas veces una pelota pega en la red y cae lentamente de nuestro lado cuando estamos en el fondo de la pista. Hay veces que no se llega a una pelota por más rápidos, atentos y preparados que estemos.

La vida y el tenis nos hacen caer. Así como cuando se pierde un partido que deberíamos haber ganado, nos enseñan a que habrá una nueva ocasión para intentarlo de otro modo y que el resultado puede ser favorable para nosotros. Mientras tanto, esa derrota tiene que también ser incorporada a nuestra vida porque sencillamente, así tuvo que ser.

La vida y el tenis nos enseñan a intentar pero sin obsesionarse. Así como una raqueta no se sostiene ni laxa ni dura, sino con firmeza, en la vida debemos buscar nuestras oportunidades y luchar, pero sin demasiada vehemencia.

La vida y el tenis no son constantes. Hay momentos mejores y otros más difíciles. Así como uno se encuentra apretando el puño por la felicidad de haber logrado un punto importante, también sucede que estamos abajo en un set, o jugando la última bola del partido. El tema es que ambas condiciones pueden cambiar de un momento a otro, tanto por factores que son producto de nuestra aptitud, como así también del destino.

La vida y el tenis son hermosos. Aún en las victorias y los logros, o en los días grises y resultados adversos, tenemos que seguir disfrutándolos.

 

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @ruloalmagro

Junio 2020

Juan y Diego son dos trabajadores de una misma empresa. Ambos comparten el mismo piso pero no se conocen demasiado entre sí y si bien realizan tareas diferentes, sus puestos son idénticos. 

Juan es responsable, respetuoso, honesto, trabajador. Le gusta pasar tiempo con su familia, disfruta mucho de su tiempo libre, cultiva muchas facetas de su vida y día a día se esfuerza por ser mejor persona y dar lo mejor para él y toda su gente querida.

Diego en cambio, es más ambicioso, está obsesionado con su trabajo y no para de pensar en él, incluso los momentos en que está en su casa. Trabaja muy duro, todo el tiempo enfocándose en sus tareas laborales, en su progreso personal, en lograr un mejor puesto, ganar mayor dinero cueste lo que cueste, dejando de lado su familia y placeres que no conoce por estar tan cerrado en su “vida”.

Un día, mientras estaban tomando el ascensor, se produce un incendio en el edificio. Rápidamente ambos quedan atrapados en el mortal ascensor, haciéndose cada vez más dificultoso respirar. Pasado los minutos y sin nadie que pueda socorrerlos, se desvanecen. Ambos se entregan a lo que probablemente sea su fatal destino.

Al cabo de unos minutos, se encuentran en un lugar desconocido, talvez sueño, talvez realidad, pero no recuerdan como llegaron allí.

Juan y Diego se mantienen impávidos en el nuevo lugar y sin mediar palabras, se ponen a encontrar respuestas a lo acontecido. Se preguntan por qué están allí, que pasó en ese incendio y cuál fue la razón por la cual la vida los puso lamentablemente en ese lugar.

Permanecen atónitos, pero luego comienzan a dialogar entre sí. Es en ese momento es que Juan le cuenta sobre su familia y los deseos que tiene de verlos, de las ganas de estar disfrutando los momentos que ya mismo se lamenta por no estar viviendo. Le cuenta las cosas que planificaba hacer, sus fines de semana, sus gustos.

Luego de escucharlo, Diego desea hacer lo mismo, pero se queda callado.

Ambos sienten la necesidad de hacer algo para volver a la realidad.

Juan le pregunta “¿Qué te pasa?” “¿Porque estás en silencio sin decir ni hacer nada?” “¡No nos podemos quedar acá!”. No sé vos, pero quiero recuperar mi vida y hacer todas las cosas bellas que hacía antes.

Diego, agachando la cabeza piensa, y luego dice “si quiero volver, pero no sabría decirte bien los motivos”. En ese momento, pensó en su forma de ser, el haber estado todo el tiempo pendiente del trabajo, en no valorar la familia que tiene, en pensar solamente en el dinero, en el poder que le daría tener más, en no haber hecho nada constructivo en los pocos tiempos libres.

De todos modos, ambos querían irse de ese lugar y ponen manos a la obra para encontrar la salida a ese terrible sueño que los atormentaba.

Buscando, ven lejos una puerta, similar a la del ascensor. Rápidamente corren hacia ella e intentan abrirla con todas sus fuerzas, trabajando como equipo, aunque con móviles distintos. Agotados, se dan cuenta que es en vano.

Los dos, se tiran al suelo y se ponen a llorar. Juan, preocupado por saber cómo estarán su esposa e hijos, que habrá de cenar hoy, que noticia nueva le va a contar su mejor amigo, si volverá a planificar viajes, si seguirá cumpliendo sus metas que tan bien le hacía.

Diego, como si de una revelación se tratara, es ahí que comprendió que toda su vida fue en pos de sus beneficios personales y teniendo una vida sin valores. Es en ese momento que desearía poder salir de ese ascensor y comenzar una nueva vida. Y pidiéndole ayuda a Juan le dijo: “¡Intentémoslo una vez más, así podré ver las cosas de otra manera!”.

Nuevamente, los esfuerzos fueron infructuosos. Y en ese momento escucharon una Voz que les dijo a ambos: “¿Qué están haciendo? ¿Adónde quieren ir?”.

Ambos contestaron: “¡Queremos salir de este horrible sueño y recuperar nuestras vidas!”.

La Voz les respondió: “¿Y para que quieren salir de aquí? ¿Cuál es la finalidad?”

Juan fue el primero en comentarle sus motivaciones. La Voz lo sabía perfectamente.

Inmediatamente la Voz se dirigió a Diego y le dijo: “¿Vos querrías volver también para vivir tu vida?”

Diego reconoció el tiempo perdido, la vida que había decidido llevar adelante y probablemente su deseo de ser mejor persona.

Luego de unos minutos de silencio, donde solo se escuchaba una suave brisa, la Voz les dijo: “Lamento informarle que esto no es un sueño y no hay nada que pueda hacer para hacerlos volver. Esa puerta no es de verdad, es producto de su imaginación”. 

Ambos entendieron que ya les había llegado su hora, y que cada uno decidió como pasar su vida. Talvez ya era muy tarde para lamentarse por los errores cometidos. 

Juan pudo recapitular todo lo bueno de su vida, y aunque le quede el sabor amargo de no poder continuar su vida, queda ese hermoso deseo de haber hecho todo lo posible por vivir y disfrutar una vida que valió la pena ser vivida.

Diego, en cambio, parecía estar desconsolado, enfadado por este castigo de estar en ese infortunado momento.

Finalmente la Voz les dijo: “Ya dije demasiado”.

Nuevamente en el edificio en llamas, los bomberos llegan al ascensor y ven a los dos cuerpos desvanecidos, uno cerca de la puerta y otro más alejado. Dada la urgencia, y ante el riesgo de que colapse todo, tenían que sacarlos rápidamente, pero solamente podían dé a uno por vez. Sacan al primer hombre y se lo llevan los médicos reanimándolo y salvando su vida.

Al ingresar nuevamente por el segundo hombre, parte de la estructura del ascensor se consume totalmente por las llamas. No pueden hacer nada para llegar hasta allí.

El hombre que estaba cerca de la puerta era Juan.

 

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @ruloalmagro

Mayo 2020

Que simple y bello, besar tus labios

Que simple y bello, perderme en el tiempo acariciando tu piel

Que simple y bello, escucharte cuando me necesites

Que simple y bello, pasear de tu mano sin prestar atención a nada más que a nosotros

Que simple y bello, cuidarte cuando te enfermes

Que simple y bello, poder dormir abrazado a vos

Que simple y bello, despertarte a besos un día de frío

Que simple y bello, traerte el desayuno a la cama

Que simple y bello, sentir orgullo de la persona que tengo a mi lado

Que simple y bello, hacer cosas en la cama que hasta el mismo Dios, se taparía los ojos

Que simple y bello, tener tus caprichos y tus enojos sin razón

Que simple y bello, viajar a tu lado, sin importar donde, solos vos y yo

Que simple y bello, hacerte un té aunque no tengas ganas de tomarlo

Que simple y bello, sorprenderte cada día. 

Que simple y bello, darte mi corazón, aunque no me lo pidas

Que simple y bello, ser tu fuerza cuando no quieras luchar mas

Que simple y bello, pasar todo mi vida a tu lado

 

Fin.

 

Hernán Gustavo Schifano – IG: @herschifano

AGOSTO 2020

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